Por Lcdo. Rolando Emmanuelli Jiménez, J.D., LL.M.
rolando@bufete-emmanuelli.com
El precio de la gasolina en Occidente sigue ascendiendo a niveles extraordinarios que están afectando la viabilidad de la economía de Estados Unidos y Puerto Rico. Esto es un cambio económico dramático que motivará otras transformaciones que, para bien sean. Puede ser que estemos en el umbral de cambios paradigmáticos en nuestra civilización.
El precio de la gasolina en Europa es mucho más alto que en Estados Unidos y Puerto Rico. La determinación del precio de la gasolina en Europa parte de la imposición de impuestos bajo el razonamiento de que el alto consumo de este combustible ocasiona daños ambientales y de salud, y que los impuestos sobre este consumo puedan utilizarse para el bienestar social. Este alto costo del combustible se soporta porque en Europa existen sistemas extensos y eficientes de transportación masiva, lo que permite que la economía pueda desarrollarse sin la dependencia del vehículo de motor.
El precio de la gasolina tiene impactos colaterales en el resto de la economía, ya que aumentan los costos de transportación de los productos y ofrecimientos de servicios. Esto crea un efecto inflacionario que puede motivar otras transformaciones económicas.
Si el precio del combustible está muy alto y el costo de transportación se eleva, los estrategas empresariales pueden determinar el restablecer y fomentar el retorno a Estados Unidos y Puerto Rico de industrias que se movieron a otros lugares, particularmente Oriente, por razones de costo de nómina y de hacer negocios.
En este escenario, es probable que una fábrica que haya operado en Puerto Rico y que se mudó a Tailandia por los costos laborales más bajos, vea que la estrategia no fue efectiva debido a que la ventaja de costos fue opacada por los incrementos de transportar sus productos hacia el hemisferio americano o Europa, que representan mercados principales. Esto puede ocasionar que muchas fábricas reevalúen su decisión de irse de Puerto Rico o que regresen eventualmente, lo que permitiría un florecimiento de las economías locales atormentadas por las fugas de capital hacia otros países del Oriente.
La mundialización de los mercados tiene dos componentes cruciales: (1) la eliminación de las barreras nacionales del comercio mediante los tratados de libre comercio, o a la fuerza; y, (2) el movimiento del capital hacia otros mercados que generan mayores ganancias por los costos reducidos de hacer negocios. El costo del combustible afectará la rapidez de estas tendencias al comenzar a fortalecerse los mercados locales con el retorno de las industrias a sus lugares de origen o cercanía a sus mercados principales.
Por otro lado, el costo de la gasolina debe traer una baja en la demanda y consumo del combustible que beneficie el ambiente y va a obligar a que se exploren, ya con seriedad, las otras alternativas de generación de energía. Por ejemplo, ya uno de los principales productores japoneses de automóviles anuncio el mercadeo de vehículos eléctricos a partir del año 2010.
Ante esta necesidad de reducir la dependencia del petróleo para generar energía se nos impone urgentemente fiscalizar la Autoridad de Energía Eléctrica para aumentar su eficiencia mediante eliminación de los gastos alegres y la corrupción. Además, hay que organizar la discusión pública sobre las alternativas generatrices que mejor convengan a los intereses nacionales y ambientales.
El costo del combustible ordena el comienzo de un cambio cultural sobre el uso del automóvil y que se incremente el uso de los medios de transportación masiva actuales como afortunadamente está ocurriendo con el Tren Urbano. Esto también demanda que otras zonas urbanas como Caguas y Ponce aceleren sus procesos de planificación para privilegiar el uso de la bicicleta y el desarrollo de alternativas viables de transportación masiva. Se requiere, además, la reestructuración urbanística para que las ciudades sean más amigables a los peatones y que proliferen otras alternativas al uso del vehículo.
Si bien es cierto que el costo del combustible creará nuevas variables para la transportación marítima, el Puerto de las Américas Rafael Cordero Santiago tiene una posición estratégica en el medio del hemisferio americano que permite reducir los costos de transportación marítima mediante al concentración de las rutas Norte-Sur, Este-Oeste. Por ejemplo, el tráfico marítimo que viene del Oeste por el Canal de Panamá no se detiene en Puerto Rico directamente sino que atraca en Jacksonville, Florida, antes de venir al Puerto de San Juan. Son más de 1700 millas adicionales de camino que si atracara directamente en el Puerto de Ponce. Las rutas navieras van a tomar esto en cuenta a la hora de lidiar con los costos de transportación. Esto puede representar que mejore la posición estratégica de nuestro puerto para atraer nuevo tráfico marítimo.
El aumento en el costo de la gasolina es una transformación económica que si bien ocasiona un impacto negativo a corto plazo, podría traer consecuencias favorables a mediano y largo plazo. Depende de nosotros el convertir esta amenaza en una gran oportunidad de desarrollo de la civilización.
El autor es abogado notario, Presidente del Bufete Emmanuelli, C.S.P., pasado presidente de la Cámara de Comercio del Sur de Puerto Rico y anfitrión del programa Debido Proceso de Ley, que se transmite todos los sábados a las 11 de la mañana por WPAB 550 en el cuadrante de su radio. Para mayor información vea: http://www.bufete-emmanuelli.com
Una publicación de Rolando Emmanuelli-Jiménez, J.D., LL.M., sobre los asuntos públicos que tienen impacto jurídico. Rolando Emmanuelli Jiménez es abogado y notario, Presidente de Bufete Emmanuelli, C.S.P. pasado presidente de la Cámara de Comercio del Sur de Puerto Rico y productor y anfitrión del programa Conocimiento y Acción Solidaria, que se transmite todos los sábados a las 7 AM y los domingos a las 7 PM por WPAB 550.
El Bufete Emmanuelli orienta jurídicamente mediante su boletín Del Derecho y del Revés:
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