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miércoles, 1 de julio de 2009

NEGOCIACIÓN DE PRINCIPIOS: DOS MÁS DOS NO SUMAN CUATRO

Por Lcdo. Rolando Emmanuelli Jiménez, J.D., LL.M.
rolando@bufete-emmanuelli.com

La Junta de Directores de la Autoridad del Puerto de Las Américas Rafael Cordero Santiago (APA) está compuesta por funcionarios del gobierno central, alcaldes y representantes del interés privado. La Junta de Directores tiene la función de establecer las políticas generales y tomar las decisiones que vinculan contractualmente a la APA. Es esta Junta de Directores la que decidió correctamente que el Puerto de Las Américas es un puerto de trasbordo internacional con zona libre y valor añadido.

Dentro de la estructura de la Junta de Directores hace falta un brazo ejecutivo. Es decir, una persona que ejecute las políticas y órdenes de la Junta. Esta persona es el director o la directora ejecutiva. El director o directora ejecutiva tiene cierto grado de discreción, pero tiene que actuar siempre conforme a las instrucciones específicas que ha dado la Junta de Directores. Quienes mandan en una corporación son los directores. El director ejecutivo, es un empleado que ejecuta las órdenes. Si lo hace bien, la Junta de Directores puede alcanzar sus objetivos. Si no lo hace bien, por falta de información, ignorancia, dejadez, falta de relaciones profesionales o públicas, la Junta no va a poder alcanzar sus metas y objetivos.

Desde que empezó el año, la alcaldesa Dra. María Meléndez Altieri se percató de que la Junta de Directores y la comunidad sureña estaban satisfechas con el trabajo que había realizado el Ing. Ramón Torres Morales como Director Ejecutivo de la APA. Por esta razón, trató de alterar el balance de poder en la Junta y recomendó para Directores a dos personas vinculadas al Partido Nuevo Progresista a los fines de poder tener una mayoría que le permitiera nombrar como directora ejecutiva a su persona preferida. Con esta propuesta, la Alcaldesa tendría en la Junta a los funcionarios del gobierno y los dos nuevos directores, que junto a su voto, constituirían una clara mayoría para nombrar a la Directora Ejecutiva. Evidentemente, la ecuación de la Alcaldesa contaba con el apoyo del gobierno central. Apoyo que es evidente no se materializó.

Lo que no estuvo presente en el cálculo de la Sra. Alcaldesa es que el gobierno central tiene interés en acaparar el poder de la Junta de Directores a los fines de nombrar una persona que le responda como director ejecutivo al Gobernador Fortuño y de esa manera, secuestrar el Puerto de Las Américas para los intereses del norte. Por esa razón fue que el Secretario de Desarrollo Económico, José Pérez Riera, sin encomendarse a nadie y sin avisarle previamente a la Alcaldesa ni al Senador Larry Seilhamer, les echó un balde de agua fría en la Comisión Total del Senado del 29 de mayo de 2009, al anunciar los nombramientos a la Junta del Dr. Carlos Dundee Martínez y del Lcdo. Paul Calvesbert.

Mientras tanto, todo este forcejeo político ha ocasionado que la Junta del Puerto se haya reunido sólo dos veces en lo que va de año, que todavía no cuente con un director ejecutivo y que no se tenga idea del estado de las negociaciones con el operador, ni fecha cierta para el comienzo de los trabajos del Puerto.

Para complicar esta situación, sorpresivamente, la Alcaldesa aceptó que Pérez Riera fuera el presidente de la Junta de Directores en contra de la idea del Senador Seilhamer de que ella fuera la presidenta de la Junta y fue entonces a negociar las posiciones de la Junta de Directores con el gobernador Fortuño y con el Secretario Pérez Riera.

No cabe duda de que los principios y las prerrogativas del Puerto de las Américas, de Ponce y la Región Sur no deben ser negociables. Cuando se negocian los principios, siempre hay pérdidas. Lo que el Pueblo pide es la defensa férrea de los principios, no su negociación perdidosa.
Bajo la negociación, la Alcaldesa aceptó que se nombrara a Paul Calvesbert y al Dr. Carlos Dundee Martínez como miembros de la Junta y que luego se nombraría al Ing. Pedro Gómez, uno de sus recomendados, para que ocupe la plaza vencida del Sr. Arturo Valdelluly. Bajo esa propuesta de transacción, se le permitiría a la Alcaldesa que se nombrara a Ronda Castillo como Directora Ejecutiva del Puerto.

Lamentablemente, bajo esta negociación de principios dos más dos no suman cuatro. En primer término hay que reiterar que los que mandan en una junta de directores son los directores y no el director o directora ejecutiva. Por ende, la alcaldesa cedió dos jefes al norte a cambio de tener una empleada, y que tampoco cuenta con el reconocimiento y el endoso de las fuerzas activas sureñas. A la Alcaldesa le prometieron que iban a designar al Ing. Pedro Gómez para ocupar la plaza de Arturo Valdelluly. Sin embargo, a esta hora ese nombramiento no se ha efectuado. No me sorprendería que nunca se efectúe. Además, con este nombramiento están sustituyen un ponceño con otro ponceño. No hay ganancia para Ponce y el Sur, y todo se cancela, por ende, el resultado neto es cero.

Las negociaciones que ha llevado a cabo la Dra. María Meléndez Altieri llegan al saldo de que el norte tendrá dos nuevos miembros en la junta que son jefes de la persona que la Alcaldesa quiere que sea la directora ejecutiva. El balance de poder definitivamente se fue al norte y la ganancia de Ponce y la Región Sur será cero.

El autor es abogado notario, Presidente del Bufete Emmanuelli en Ponce, Presidente de la Alianza Pro Sur, Vicepresidente de DISUR, Inc., pasado presidente de la Cámara de Comercio del Sur de Puerto Rico y anfitrión del programa Debido Proceso de Ley, que se transmite todos los sábados a las 11:00 de la mañana por WPAB 550. Para mayor información vea www.debidoproceso.com.