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miércoles, 18 de noviembre de 2009

HACIA UN PROCESO DE NUEVO PACTO SOCIAL




Por Lcdo. Rolando Emmanuelli Jiménez, J.D., LL.M.
rolando@bufete-emmanuelli.com

Puerto Rico sufre una crisis estructural en todos los renglones que está deteriorando rápidamente nuestra calidad de vida.  La semana pasada nos expresamos sobre la necesidad imperiosa de replantear todos nuestros supuestos políticos, económicos y sociales para hacer viable a nuestro país. Sobre los cambios necesarios hay muchos ideas y planteamientos. La gran pregunta es ¿Cómo pueden organizarse canales de comunicación, foros o estructuras de diálogo que permitan la participación de todos los sectores para que pueda llegarse a un entendido nacional sobre cuál debe ser el futuro de Puerto Rico, incluyendo un proceso razonable y rápido de implantación?

Existen varios obstáculos en el proceso de organizar un diálogo nacional. El gobierno ha asumido una estrategia de organizar pequeños comités excluyentes, que no son representativos de nuestra compleja sociedad y por eso producen resultados que no satisfacen a los sectores mayoritarios del país.  Eso lo vinos en el CAREF, en el JEREF y ahora en un nuevo consejo de economistas. Añadiendo sal a la herida, han generado una crisis de confianza en el gobierno actual, por la manera unilateral y violenta en que quieren implantar sus decisiones.

El problema de fondo de las actuaciones del gobierno es que como señala mi estimado amigo Dr. Daniel Nina, parten de la premisa de que una vez los políticos salen electos el 4 de noviembre, se creen que se les han delegado todos los poderes plenipotenciarios, excluyendo el que la sociedad continúe participando y dialogando.  Ese fenómeno ocurre tanto a nivel central como en los gobiernos municipales. Por eso todavía existen líderes municipales que temen o rehúyen a reunirse con los líderes cívicos y las organizaciones no gubernamentales.

La sociedad puertorriqueña no ha renunciado a su derecho a participar por el mero hecho de que votó en las elecciones del 4 de noviembre.  Todo lo contrario, quiere seguir participando en los procesos decisionales y plantear soluciones activas a los problemas comunes. Si todos participamos en el análisis del problema y en los procesos para su solución, remamos en la misma dirección y alcanzamos los objetivos.

Existen diferentes mecanismos de diálogo que se pueden ensayar. El éxito de estos mecanismos depende de que se continúe la expresión pública de rechazo a las políticas arbitrarias y unilaterales, junto con propuestas pensadas de cómo salir del atolladero. No se puede ser ingenuo y pensar que el gobierno dialogará sin que se mantenga una presión pública constante. Las organizaciones no gubernamentales, los sindicatos, las comunidades especiales, el sector religioso y el empresarial, tienen que seguir como líderes representativos planteando sus propuestas y manifestándose en contra de las que no son aceptables.  El poder de este tipo de expresión es muy grande y crea un desgaste político que va a obligar a los gobernantes a poner el oído en tierra.

Con presión social y política, pública y constante,  el gobierno sentirá el calor y podría llamar a un diálogo más allá de comités para escuchar de manera amplia a los diferentes sectores, pero para que exista confianza en el proceso, deben asegurarse los mecanismos de cumplimiento de los compromisos.

Por otro lado, podría argumentarse que es necesario convocar una convención constituyente para consignar o fortalecer los principios que deben regir en esta sociedad y darle estructura a los derechos económicos que están asediados por esta administración gubernamental.  Sin embargo, esto sería un proceso complejo y peligroso por su dependencia del poder político, particularmente, a la luz del radicalismo que está imperando en los sectores gubernamentales. La convención constituyente podría ser una alternativa una vez maduren los mecanismo de diálogo menos formales.

El reconocimiento del gobierno central de que es indispensable dialogar con los diferentes sectores no es una muestra de debilidad, es una claro modelo de madurez ante la debacle que vivimos y lo que van a enfrentar en el año 2012.  El diálogo puede comenzar inmediatamente sobre proyectos estratégicos comunes, como por ejemplo, el desarrollo del sistema educativo, la reforma de salud, los pequeños y medianos empresarios y otros proyectos de importancia regional y nacional como el Puerto de Las Américas.  No tienen que resolverse todos los asuntos en una sola conversación.  Puede ir abordándose unos tras otros hasta generar consensos que puedan materializarse en legislación concreta.  Para el éxito de la gestión, hace falta en todos los sectores confianza, voluntad y palabra.

Mi apuesta es que los procesos de diálogo comiencen a nivel local y regional.  Desde hace meses funciona una alianza multisectorial que agrupa decenas de líderes y organizaciones regionales que abogan por el desarrollo socioeconómico de la Región Sur. Por otro lado, recientemente escuchamos al senador Seilhamer invitando al Lcdo. José Enrique Ayoroa Santaliz, presidente de Ponceños de Verdad, para unir esfuerzos para reclamar en San Juan lo que le corresponde a Ponce, a la luz de la sentencia judicial del caso de Ponce en Marcha.  El Lcdo. Ayoroa Santaliz, a su vez, invitó a la Alcaldesa de Ponce, de quién aguardamos su respuesta y acción. Esa son semillas de alianzas estratégicas que fomentan el diálogo local, regional y que pueden tener impacto nacional.

Si trasladamos esta situación a la Región Sur, es indispensable generar un diálogo utilizando el foro de DISUR, en donde se agrupan los sectores principales de la región, que permita canalizar nuestros proyectos y expectativas de calidad de vida de una manera firme y con gran poder político ante el gobierno central.

Recientemente hemos conversado sobre el poder constituyente de lo local.  Ponce y la Región Sur deben dar el ejemplo fortaleciendo el foro de DISUR.  El diálogo debe comenzar con nosotros.



El autor es abogado notario, Presidente del Bufete Emmanuelli en Ponce, Presidente de la Alianza Pro Sur, Vicepresidente de DISUR, Inc., pasado presidente de la Cámara de Comercio del Sur de Puerto Rico y anfitrión del programa Debido Proceso de Ley, que se transmite todos los sábados a las 11:00 de la mañana por WPAB 550. Para mayor información vea www.debidoproceso.com.