Reorganización Mediante la Quiebra bajo el Capítulo 11 (Primera Parte)
Cuarto de una Serie
Por: Rolando Emmanuelli Jiménez, JD, LLM y Yasmín Colón Colón, CPA, MBA, JD
En la columna pasada discutimos las medidas más agresivas para salvar la empresa que pueden tomarse, pero que implican afectar o reducir el capital humano o la venta o liquidación de la empresa. En este artículo nos proponemos discutir los requisitos para la radicación de una quiebra bajo el Capítulo 11 y las diferentes etapas del proceso. Generalmente se presenta una petición de quiebras bajo el Capítulo 11 cuando se han llevado a cabo todas las gestiones necesarias para reorganizar la empresa y llevarla a la viabilidad, pero por razón de los términos y condiciones de las obligaciones con los acreedores, o porque ya se iniciaron acciones judiciales, ejecuciones hipotecarias o de embargos, hace falta la intervención inmediata de la Corte de Quiebras, para paralizar esos procesos en lo que la empresa logra rehabilitarse. Con la petición de quiebras bajo el Capítulo 11, se obtiene una orden de paralización conforme a la Sección 362 de la Ley de Quiebras para que la empresa no tenga que emprender su defensa contra acciones de cobro y pueda concentrarse en su reorganización y viabilidad. La petición bajo el Capítulo 11 de la Ley generalmente tiene el propósito de presentar un plan de negocios y de restructuración que los acreedores acepten y que permita cumplir con nuevos términos y condiciones para el pago de las obligaciones de crédito. En otras ocasiones, el Capítulo 11 permite la liquidación ordenada de los activos o la venta rápida de la empresa a otra persona o entidad interesada. El propósito de estos trámites es lograr el pago a los acreedores en la cantidad mayor posible de dinero sin afectar el funcionamiento de la empresa o, en caso de que no sea posible la viabilidad del negocio, mediante la venta o liquidación ordenada. Hay que tomar en cuenta que, bajo el Capítulo 11, la empresa sigue en posesión de sus activos y negocios, por eso se le conoce como deudor en posesión. Es por medio del plan de reorganización que se intenta convencer a los acreedores y a la Corte de que la empresa puede seguir adelante fuera de la Quiebra o que puede satisfacer al menos parte de sus deudas mediante la venta ordenada de sus negocios en marcha o de sus activos individuales. Bajo circunstancias en las cuales es evidente que no existe viabilidad económica, lo que tiene disponible una empresa es presentar un Capítulo 7 para la liquidación total de sus activos para pagar las deudas, pero esta vez, bajo la supervisión de un Síndico de la Corte de Quiebras. La viabilidad de la empresa puede lograrse, debido a que el Capítulo 11 permite: controlar los costos, eliminar deudas, maximizar ingresos, liberarse o modificar contratos onerosos, llevar a cabo reorganizaciones laborales, eliminar llamadas de cobro y paralizar demandas de cobro, ejecuciones de hipoteca, embargos y ejecuciones judiciales. Sin embargo, esto requiere un proceso detallado de trámites y formalidades legales y de contabilidad que demandan un esfuerzo considerable, pero que puede conducir a un nuevo comienzo para su negocio. Este nuevo comienzo se materializa con la presentación de un Plan de Restructuración que acepten dos terceras partes de los acreedores, en términos de cantidad de deuda y más de la mitad en número de acreedores por clase. En cuanto a los accionistas, se requiere la aprobación de al menos dos terceras partes de las acciones en circulación de los accionistas en sus clases particulares. Esta aprobación ocurre normalmente porque están convencidos de que, con los cambios propuestos en el plan, la empresa puede satisfacer las obligaciones que se comprometió a pagar en el plan, para emerger fortalecida de la quiebra. El proceso tiene diferentes etapas: Pre-radicación: Antes de radicar la petición de quiebras, es necesario hacer un análisis de la situación financiera y recopilar toda la información pertinente, incluyendo la documentación de medidas de cumplimiento de ley. La Corte de Quiebras no acepta un caso de un negocio que no haya cumplido con los requisitos para hacer negocios federales y estatales. Por ejemplo, debe haber rendido planillas, tener permisos de uso y operación, licencias, etc. Antes de proceder con la petición de quiebras, se debe agotar un esfuerzo final de negociación con los acreedores principales para lograr acuerdos que eviten la quiebra o que se pongan en vigor antes de la radicación del caso, o para que, si como quiera es necesario radicar el caso, se puedan presentar para la aprobación de la Corte. Mediante la presentación de estos acuerdos previos, se acelera la tramitación del caso de quiebras. En algunas ocasiones es necesario el asesoramiento y asistencia en el proceso decisional sobre qué personas o entidades relacionadas tienen que radicar una petición de quiebras bajo los Capítulos 7, 11 o 13 de la Ley Federal. Esto ocurre cuando existen empresas relacionadas o subsidiarias, cuando los dueños han ofrecido propiedades personales para garantizar los préstamos de sus negocios, o cuando tienen garantías personales solidarias a favor de los acreedores. Bajo estas circunstancias, esas compañías relacionadas o dueños, podrían verse obligados a presentar quiebra. Esto podría ofrecer una solución integral al problema de negocios que proteja a los dueños en su capacidad de individuos. La próxima semana continuaremos la discusión con los detalles del proceso de un caso de quiebra bajo el Capítulo 11. Rolando Emmanuielli Jiménes es abogado notario, Presidente del Bufete Emmanuelli, C.S.P., pasado presidente de la Cámara de Comercio del Sur de Puerto Rico y anfitrión del programa Debido Proceso de Ley, que se transmite todos los sábados a las 11 de la mañana por WPAB 550. Yasmín Colón Colón es Abogada y CPA con una maestría en contabilidad. Para mayor información vea: http://www.bufete-emmanuelli.com ### |