Del Derecho y del Revés
#1
EL PROBLEMA COLONIAL
2/septiembre/2013
El problema del colonizado es de tal gravedad que se
afecta la psiquis individual y colectiva.
Albert Memmi en El Retrato del Colonizado nos
dice: "El rechazo de sí y la estima por el otro son rasgos comunes a todo
candidato a la asimilación. Y los dos componentes de este intento de liberación
están fuertemente ligados: el amor por el colonizador está cimentado sobre un complejo
de sentimientos que van desde la vergüenza hasta el odio hacia sí... Para
liberarse, al menos así lo cree, admite su propia destrucción."
Este es el ser o no ser que nos mantiene en
parálisis esquizofrénica sumidos en profunda crisis social, política y
económica. Mientras el problema del status nos divide y destruye, para
gran conveniencia del poder norteamericano, no podemos discutir sosegadamente
los asuntos de política pública que nos lleven por la vía del desarrollo
sustentable y sostenido hacia la calidad de vida.
Después de la Constitución de 1952, se creó un falso
paradigma de que la Ley 600 había corregido el problema colonial de Puerto
Rico. Más de 50 años después ese
paradigma se ha derrumbado y todos los sectores entienden en mayor o en menos
grado, que Puerto Rico tiene un problema colonial. Sin embargo, a estas alturas prevalece otro
falso paradigma. Grandes sectores de los
tres partidos políticos de Puerto Rico piensan que el problema colonial de
Puerto Rico lo va a resolver el Congreso voluntariamente. Por eso acuden a vistas sobre el status
de Puerto Rico y cabildean a favor y en contra de las diferentes propuestas que
se presentan en el Congreso. Sin
embargo, no llevan a cabo las acciones dentro de la sociedad necesarias para promover
un verdadero cambio en la situación colonial.
La vieja creencia de que el Congreso resolverá sin
más el centenario problema debe cambiar.
Mientras el pueblo de Puerto Rico no se organice para iniciar el proceso
de cambio de la relación colonial y acuda con una sola voz al Congreso, Estados
Unidos no tomará acción sobre nuestro problema.
Existe el mecanismo jurídico para llevar a cabo ese
cambio paradigmático de reclamar como una sola voz la solución del problema
colonial. Ese mecanismo es la Asamblea
Constitucional de Status.
La Asamblea Constitucional de Status es un
mecanismo mediante el cual se convoca a elecciones para escoger a
representantes del pueblo que se postulan a la luz de sus diferentes visiones
sobre cómo debe resolverse el problema colonial de Puerto Rico. Estas visiones deben estar claras en el
sentido de que cualquier solución de la situación colonial tiene que ser fuera
de la cláusula territorial de la constitución federal que establece que el
Congreso es dueño y señor de los destinos de la Isla. Por ende, no puede abogarse por soluciones
que son de naturaleza colonial.
La Asamblea sesionaría el tiempo que fuera necesario
para que se puedan aclarar los mitos y realidades de cada posible solución y
que se pueda llegar a un consenso sobre qué es lo que se va a reclamar a
Estados Unidos. El reclamo puede ser
sustantivo o procesal.
Por sustantivo, debe entenderse a que el reclamo
puede incluir una solución específica a la situación colonial. En cuanto al reclamo procesal, se refiere a
que la propuesta puede ser un mecanismo específico para solucionar el status
que conduciría de manera justa a cualquiera de las soluciones viables.
La Asamblea Constitucional de Status debe
estar compuesta por personas de conocimiento y experiencia en asuntos sociales,
jurídicos, económicos y debe elegirse mediante verdadera representatividad
donde exista espacio para los pensamientos mayoritarios y minoritarios. Solo cuando el pueblo se una a reclamar la
terminación de la relación colonial el Congreso escuchará nuestros
reclamos. El ejemplo evidente es la
lucha de Vieques. Ese tipo de lucha es la que podría conducir a la solución
del problema colonial.
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