Por: Rolando Emmanuelli Jiménez, J.D., LL.M.
A un año de embotamiento y desatinos de las políticas gubernamentales, brota en nuestro querido Ponce una efervescencia política en los dos partidos principales. Las elecciones son en el año 2012, pero ante el panorama, ya todos los interesados están jugando sus fichas.
Básicamente, la pregunta que flota en el aire es quién podrá llenar los zapatos del fenecido alcalde Rafael "Churumba" Cordero Santiago, vacantes por los últimos seis años, para aglutinar la gran masa ponceñista que se dividió en tres grandes grupos en las elecciones pasadas.
La incumbencia de Cordero Santiago rompió con décadas de subordinación al gobierno central y el partido en el poder, lo que permitió el reclamo directo, vehemente y coherente de los derechos adquiridos e hizo gravitar el poder político fuera del entorno sanjuanero.
Cordero Santiago brilló mediante el ejemplo, la opinión vehemente, la afirmación diáfana y certera, la atención a las comunidades y la litigación en los tribunales contra el gobierno central y sus agencias. No existe duda de su sacrificio espiritual y físico, culminado con la pérdida de la libertad por Vieques, y con su muerte discutiendo en el teléfono con la Autoridad de Energía Eléctrica.
Cordero Santiago consolidó los pedazos de un orgullo malherido y los enfocó hacia un desarrollo de la territorialidad y la personalidad luchadora de nuestra ciudad que desembocó en el nuevo arquetipo "Ponce es Ponce y lo demás es parking".
Este ponceñismo opacó el partidismo. Ése es el vacío que dejó su muerte. La convicción Ponceña de que Churumba siembre daba la pelea por los derechos de nuestra ciudad por encima de su propio partido.
Cordero Santiago no se conformó con fundar y fortalecer los linderos de nuestra autonomía municipal sino que vislumbró las herramientas de desarrollo socioeconómico para catapultar a Ponce a los escenarios globales del comercio y la transportación marítima.
Churumba tuvo el valor y legado de lograr un Plan Territorial vigente desde el 12 de enero de 2004, pocos días antes de su muerte, que representaba para Ponce una inversión gubernamental de más de un millardo en el término de 8 años. Ese plan fue abandonado por los ejecutivos municipales Deliz Castillo, Francisco Zayas Seijo y la Dr. Meléndez Altieri.
Este plan es ley y se fundamenta en el mismo derecho que existe de que se hagan las obras de Ponce en Marcha. Sin embargo, estos ejecutivos municipales no han luchado por su implantación y cumplimiento. El Ponce de hoy es una sombra de lo que Cordero Santiago concibió y plasmó en el Plan Territorial que el gobierno central se comprometió a implantar.
Cordero Santiago tuvo claro y sin temor alguno, que el Puerto de las Américas es un plan estratégico nacional que conferirá a Ponce, por pleno derecho, la autoridad para encabezar la Región Sur en su futuro de crecimiento y desarrollo.
Por último, no fue un secreto su entendido de que el desarrollo que traerá el Puerto de las Américas nos otorgará el poder político y económico para resolver finalmente nuestro problema colonial.
La muerte de Cordero Santiago hizo contener la respiración a todos los que fuimos entendiendo su proyecto como cambios acompasados pero dramáticos en la configuración del poder político, económico y el desarrollo de una nueva autoestima regional.
El legado de Rafael Cordero Santiago continúa en el alma de todos los que sienten pertenencia a esta ciudad, ya sea por nacimiento, adopción, admiración, oposición o convicción.
Más allá de la vinculación emocional, la conexión con Churumba sigue apuntalada en los cambios dramáticos en la infraestructura de la ciudad, que sigue fortaleciéndose con proyectos de su autoría, aún luego de seis años de su muerte.
Al tanto, pero al margen de las controversias político partidistas, las fuerzas sociales, académicas, empresariales y comunitarias de Ponce, que denominaré la Sociedad Activa Sureña y que se aglutinan en DISUR, levantaron firmemente la bandera del proyecto de Cordero Santiago y han ampliado su visión definiendo en detalle los elementos esenciales de lo que debe ser Ponce y la Región Sur.
La Agenda Sureña se centra en el fortalecimiento de nuestro liderato en defensa vertical de nuestra autonomía municipal y regional junto al Plan Territorial para poder hacer reclamos valientes y sin conflictos de intereses partidistas. La autonomía de nuestros dirigentes permitirá la planificación científica para implantar, sin cortapisas irracionales impuestas desde afuera, las medidas que correspondan a nuestras necesidades, que propicien el desarrollo pleno del Puerto de las Américas como uno de transbordo internacional con valor añadido y fuera de las leyes de cabotaje.
Con el fortalecimiento del liderazgo y la autonomía municipal contaremos con las herramientas para coordinar el desarrollo de toda la Región Sur mediante el Plan Territorial, DISUR y a base del Manifiesto Por el Sur, como un tejido económico y social en que los recursos se distribuyan equitativamente y sirvan el propósito de mejorar la calidad de vida aliviando la pobreza y rompiendo la dependencia.
Ninguno de los líderes políticos de Ponce y la Región Sur con los que he conversado se han pronunciado en contra del proyecto de Cordero Santiago según redefinido y ampliado por la Sociedad Activa Sureña.
Lo que no está claro en varios de los potenciales candidatos es el compromiso y la voluntad de luchar frente al gobierno central, sin doble discurso o ambigüedades, por las prerrogativas y autonomía de Ponce, aun cuando esté controlado por su partido, como lo hizo Cordero Santiago en su último cuatrienio.
Esto es lo que está en juego. Los aspirantes a los puestos electivos en Ponce deben hacer el compromiso solemne de que no escatimarán en sus esfuerzos, seriedad y militancia a la hora de reclamar al gobierno central y sus agencias los derechos y prerrogativas de nuestra ciudad y de la Región Sur.
A un año de embotamiento y desatinos de las políticas gubernamentales, brota en nuestro querido Ponce una efervescencia política en los dos partidos principales. Las elecciones son en el año 2012, pero ante el panorama, ya todos los interesados están jugando sus fichas.
Básicamente, la pregunta que flota en el aire es quién podrá llenar los zapatos del fenecido alcalde Rafael "Churumba" Cordero Santiago, vacantes por los últimos seis años, para aglutinar la gran masa ponceñista que se dividió en tres grandes grupos en las elecciones pasadas.
La incumbencia de Cordero Santiago rompió con décadas de subordinación al gobierno central y el partido en el poder, lo que permitió el reclamo directo, vehemente y coherente de los derechos adquiridos e hizo gravitar el poder político fuera del entorno sanjuanero.
Cordero Santiago brilló mediante el ejemplo, la opinión vehemente, la afirmación diáfana y certera, la atención a las comunidades y la litigación en los tribunales contra el gobierno central y sus agencias. No existe duda de su sacrificio espiritual y físico, culminado con la pérdida de la libertad por Vieques, y con su muerte discutiendo en el teléfono con la Autoridad de Energía Eléctrica.
Cordero Santiago consolidó los pedazos de un orgullo malherido y los enfocó hacia un desarrollo de la territorialidad y la personalidad luchadora de nuestra ciudad que desembocó en el nuevo arquetipo "Ponce es Ponce y lo demás es parking".
Este ponceñismo opacó el partidismo. Ése es el vacío que dejó su muerte. La convicción Ponceña de que Churumba siembre daba la pelea por los derechos de nuestra ciudad por encima de su propio partido.
Cordero Santiago no se conformó con fundar y fortalecer los linderos de nuestra autonomía municipal sino que vislumbró las herramientas de desarrollo socioeconómico para catapultar a Ponce a los escenarios globales del comercio y la transportación marítima.
Churumba tuvo el valor y legado de lograr un Plan Territorial vigente desde el 12 de enero de 2004, pocos días antes de su muerte, que representaba para Ponce una inversión gubernamental de más de un millardo en el término de 8 años. Ese plan fue abandonado por los ejecutivos municipales Deliz Castillo, Francisco Zayas Seijo y la Dr. Meléndez Altieri.
Este plan es ley y se fundamenta en el mismo derecho que existe de que se hagan las obras de Ponce en Marcha. Sin embargo, estos ejecutivos municipales no han luchado por su implantación y cumplimiento. El Ponce de hoy es una sombra de lo que Cordero Santiago concibió y plasmó en el Plan Territorial que el gobierno central se comprometió a implantar.
Cordero Santiago tuvo claro y sin temor alguno, que el Puerto de las Américas es un plan estratégico nacional que conferirá a Ponce, por pleno derecho, la autoridad para encabezar la Región Sur en su futuro de crecimiento y desarrollo.
Por último, no fue un secreto su entendido de que el desarrollo que traerá el Puerto de las Américas nos otorgará el poder político y económico para resolver finalmente nuestro problema colonial.
La muerte de Cordero Santiago hizo contener la respiración a todos los que fuimos entendiendo su proyecto como cambios acompasados pero dramáticos en la configuración del poder político, económico y el desarrollo de una nueva autoestima regional.
El legado de Rafael Cordero Santiago continúa en el alma de todos los que sienten pertenencia a esta ciudad, ya sea por nacimiento, adopción, admiración, oposición o convicción.
Más allá de la vinculación emocional, la conexión con Churumba sigue apuntalada en los cambios dramáticos en la infraestructura de la ciudad, que sigue fortaleciéndose con proyectos de su autoría, aún luego de seis años de su muerte.
Al tanto, pero al margen de las controversias político partidistas, las fuerzas sociales, académicas, empresariales y comunitarias de Ponce, que denominaré la Sociedad Activa Sureña y que se aglutinan en DISUR, levantaron firmemente la bandera del proyecto de Cordero Santiago y han ampliado su visión definiendo en detalle los elementos esenciales de lo que debe ser Ponce y la Región Sur.
La Agenda Sureña se centra en el fortalecimiento de nuestro liderato en defensa vertical de nuestra autonomía municipal y regional junto al Plan Territorial para poder hacer reclamos valientes y sin conflictos de intereses partidistas. La autonomía de nuestros dirigentes permitirá la planificación científica para implantar, sin cortapisas irracionales impuestas desde afuera, las medidas que correspondan a nuestras necesidades, que propicien el desarrollo pleno del Puerto de las Américas como uno de transbordo internacional con valor añadido y fuera de las leyes de cabotaje.
Con el fortalecimiento del liderazgo y la autonomía municipal contaremos con las herramientas para coordinar el desarrollo de toda la Región Sur mediante el Plan Territorial, DISUR y a base del Manifiesto Por el Sur, como un tejido económico y social en que los recursos se distribuyan equitativamente y sirvan el propósito de mejorar la calidad de vida aliviando la pobreza y rompiendo la dependencia.
Ninguno de los líderes políticos de Ponce y la Región Sur con los que he conversado se han pronunciado en contra del proyecto de Cordero Santiago según redefinido y ampliado por la Sociedad Activa Sureña.
Lo que no está claro en varios de los potenciales candidatos es el compromiso y la voluntad de luchar frente al gobierno central, sin doble discurso o ambigüedades, por las prerrogativas y autonomía de Ponce, aun cuando esté controlado por su partido, como lo hizo Cordero Santiago en su último cuatrienio.
Esto es lo que está en juego. Los aspirantes a los puestos electivos en Ponce deben hacer el compromiso solemne de que no escatimarán en sus esfuerzos, seriedad y militancia a la hora de reclamar al gobierno central y sus agencias los derechos y prerrogativas de nuestra ciudad y de la Región Sur.
El autor es abogado notario, Presidente del Bufete Emmanuelli en Ponce, Presidente de la Alianza Pro Sur, Vicepresidente de DISUR, Inc., pasado presidente de la Cámara de Comercio del Sur de Puerto Rico y anfitrión del programa Debido Proceso de Ley, que se transmite todos los sábados a las 11:00 de la mañana por WPAB 550. Para mayor información vea www.debidoproceso.com.
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